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miércoles, 23 de diciembre de 2015

El DEPORTE y tu GENÉTICA. Parte uno.



El DEPORTE y tu GENÉTICA. Parte uno.



En la vida diaria existen factores determinantes para hacer deporte y sobresalir en ellos: la carga genética, el físico que puede ser leptosómico, atlético y el pícnico, las habilidades para hacer algún deporte, el gusto para hacer deporte aunque no se tenga el físico para desarrollarlo y muchos otros factores más subjetivos que reales.
No hablaré del deporte recreativo que no tiene nada que ver con el competitivo o profesional que es el que nos ocupará en este segmento de información.
El objetivo es dar un consejo o recomendación para seleccionar desde temprana edad, el deporte acorde con las tendencias de la suma de factores físicos que incluye la carga genética y su manifestación que denominamos fenotipo.
Lean más en el blog: sincirugiasenlinea.blogspot.com

Fenotipo pícnico.

Empezaré con el fenotipo pícnico, sinónimo de obesidad infantil, que es el menos afortunado para realizar deportes pero que tampoco los excluye de hacerlo. Los grandes volúmenes de superficie corporal a expensas de grasa corporal y poco desarrollo muscular pero con una gran consistencia ósea,
Es quizá el que menos sobresalga en los premios en los primeros tres lugares en resultados. Se puede tener una gran capacidad de volumen respiratorio cuando éste se ejercita favorablemente, tenemos buenos ejemplos populares en el levantamiento de pesas, lanzamiento de martillo y de bala, en el judo, como defensas en el fut bol americano, el sumo y en los pesos completos, ocasionalmente en el box, solo por mencionar los más populares. Es seguro que el lector le pueda agregar algunos otros que se me escapan a la mente. Es bueno considerarlos como parte de la formación física de cada persona desde que son niños o niñas, precisamente para combatir los niveles de obesidad que en muchos países ya es uno de los grandes problemas como en México, somos el primer lugar en obesidad infantil.

Me imagino un programa de detección somática a  los que tienen esta carga genética dentro del tamiz metabólico en forma oportuna y dirigirlos para el desarrollo atlético que es otro de los fenotipos mencionados. Es obvio que todos los padres quisiéramos tener un campeón o campeona en casa y lo podemos lograr si somos más selectivos con las tendencias acordes con el físico de nuestros hijos. Un fenotipo pícnico u obeso difícilmente sobresaldrá en carreras de velocidad o natación, mucho menos en deportes rápidos como el básquet bol, fut bol,  o alguno que representa brincar o correr todo el tiempo. Generalmente el individuo pícnico tiene problemas con sus piernas y arcos plantares, prevalece el Genu valgo y los arcos insuficientes o planos. El daño articular es importante cuando a pesar del sobre peso, se insiste en brincar o correr en superficies duras como el cemento.
Cuando se hace un deporte no acorde con el fenotipo pícnico, la mente trabaja más que el cuerpo, es decir, las ganas de llegar a la meta es una fijación emocional que se traduce en frustración cuando generalmente no se logra. He conocido ambigüedades en el fenotipo pícnico como manifestación de éstas frustraciones deportivas. El niño grande, en todos los sentidos, era el que sometía a los más pequeños pero, ellos mismos, los individuos pícnicos a su vez eran víctimas del bullying por su gran masa corporal. El “gordito” de la clase siempre sobresalía por mucho, pero no por sus habilidades deportivas.
La intención de clasificarlos no es para segregarlos sino, para mejorar su futuro deportivo. La predisposición a la obesidad mórbida es alta por lo cual es necesario prevenirla. Podemos hacer de un individuo pícnico una persona atlética si somos selectivos en los ejercicios que sí puede hacer. Quizá suene a condicionante para el alumno. “Si quieres sobresalir en el deporte, debemos de controlar tu peso. Si no te es posible, tenemos varias opciones en los deportes ya mencionados”. Observen que somos incluyentes, al decir TENEMOS es involucrarnos en su problema de sobre peso. Muchas veces les dejamos solo la responsabilidad al alumno al decirle que él tiene que dejar de comer y tal parece que nuestras palabras fueran mágicas o una orden celestial y que ciegamente lo hará, cuando su metabolismo le dice que coma.  O a veces somos más crueles, los segregamos del resto de los alumnos porque no pueden hacer ejercicio o se cansan fácilmente: tú no porque te cansas, tú no porque te caes, tú no porque siempre pierdes o harás el deporte hasta que bajes de peso y dejes de comer tanto. Es lo que yo llamo bullying inconsciente, ese que segrega, ese que lastima, ese que frustra, ese que no se ve ni se grava ni se sube a las redes sociales pero que se hace todos los días sin darnos cuenta cómo, ni en dónde.

La idea de que ya estamos mal con el tema de la obesidad infantil o fenotipo pícnico, no quiere decir que así debemos seguir. Propongo entonces:
Uno)  dentro del tamiz ortopédico que tiene un límite de edad,  que es hasta los cinco años, se prolongue a todos los años de educación primaria.
Dos) preparar más a nuestros médicos escolares en la detección oportuna de la obesidad o individuos pícnicos, por medio del fenotipo de nuestros alumnos.
Tres) facilitar a todos los auxiliares de la detección oportuna, principalmente a los profesores, los incentivos y medios necesarios para realizar éstas acciones de detección oportuna en el tamiz ortopédico.
Cuatro) involucrar a los medios de difusión masiva en éste importante tema para que la población en general genere una conciencia en la detección oportuna en el tema de la obesidad infantil.
Cinco) hacer participe en programas de salud al sector de salud nacional.

Son algunas de mis propuestas.

Como siempre, espero sus comentarios y dudas en mis correos personales: drpiecitos2013@gmail.com o el alternativo: drpiecitos@outlook.com

Con gusto habré de responderles.

Dr. JOSÉ CARLOS DÁVILA LEZAMA

Biografía: http://drpiecitos.wix.com/sincirugias