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viernes, 12 de agosto de 2016

TÚ DECIDES



TÚ DECIDES


No siempre es fácil…decidir el futuro de nuestros hijos cuando está en nuestras manos, más cuando de salud se trata. Quisiéramos tener una “varita mágica” o una bola de cristal para hacer lo correcto. Es lo que nos ha tocado vivir y lo que tenemos que enfrentar, a veces no muy bien convencidos pero, seguimos adelante aún, con una gran carga sobre nuestras espaldas.


Los que creemos en Dios, le rezamos mucho, pedimos porque todo salga bien y haber hecho lo correcto. ¿Dios, porqué me sucede esto a mí? Es la pregunta que todos nos hacemos cuando de enfermedad se trata. Muchos  hemos estado en ésta situación y nos vuelve más humildes a pesar de que se tenga o nó recursos materiales para enfrentar la afección. Sucede que la humanidad no es perfecta y esto, incluye a nuestro organismo y su epigenética o medio ambiente que nos rodea. Los accidentes existen y nó por “mala suerte” son piedras en el camino que si les damos la vuelta o no las quitamos, esas piedras pueden afectar a otros incluso en nuestra misma familia. Hay personas que se quejan por no tener zapatos pero…hay personas que no tienen pies. No es resignación ni unas palabras de esperanza. Solo es eso: nuestro reto que debemos superar solos o con ayuda de nuestra familia o amigos. Nunca es tarde para mejorar, aunque pasen muchos años, siempre hay forma de remediar en algo.

Estamos rodeados de información en la actualidad, quien tiene un teléfono celular ya está en contacto con todo el mundo. Lo es más difícil ya que, antes solo debíamos confiar en lo referente a nuestro propio medio que era limitado. Hoy nos llueven “soluciones maravillosas” por todos lados y no sabemos cuál de ellas elegir. Nos marean, nos confunden pero tenemos eso: el Don de DECIDIR cuál debemos seguir. Lo cierto es que la INDECISIÓN es mala, es retardar el tratamiento, es disminuir las oportunidades. Así como tenemos la información diversificada tenemos más problemas cuando la solución está a miles de kilómetros y no es fácil llegar ahí, dónde el Médico está. La tecnología nos ha acercado pero más la incertidumbre de la distancia y lo que ello representa ¿será confiable? está muy lejos para ir, no sé qué hacer. Son tantas las preguntas que nos hacemos para DECIDIR. Estamos ahora en incertidumbre. Si decidimos hacer el viaje, los gastos son más y claro que influye en el tratamiento, lo encarece. Lo recomendable es PROBAR y ver qué pasa sin invertir la totalidad del costo. Informarse de la persona en Internet con sus datos personales, por ejemplo.