El acto de caminar,
implica una serie de mecanismos del sistema musculo esquelético, predominando
los sitios de impacto. Como un efecto en cascada, los impactos son
proporcionales al peso, la talla, la edad del paciente y la forma de alineación
de su marcha, forma de las piernas, tipo de talones, forma de los arcos y la
altura con que levantamos los pies al caminar, etc.
Desde el punto de vista
genético, nuestros pies están diseñados para andar sin calzado y en superficies
blandas como la arena, la tierra, etc., nuestros problemas comienzan cuando nos
ponemos calzado y caminamos en superficies duras. Es aquí donde inician
nuestros sitios de impacto. Lo señalaré en forma que éstos se presentan:
Primero: el primer
sitio de impacto, lo es en el área externa de los talones.
Segundo: el impacto se
transmite a la articulación de los tobillos.
Tercero: de los
tobillos a la región tibio peronéa.
Cuarto: se sigue a las
articulaciones de las rodillas.
Quinto: se continúa a
la región femoral.
Sexto: se continua a
las articulaciones coxo femorales.
Séptimo: a la región
pélvica.
Octavo: se concentra el
impacto en la articulación de la lumbar 5ª con la primera del sacro.
Noveno: las ondas de
choque, se transmiten a lo largo de los cuerpos vertebrales hasta el atlas o la
primera vertebra cervical.
Décimo: continúan hacia
la bóveda craneal y el macizo facial, incluyendo los dientes.
Onceavo: se transmite
las ondas de choque al tejido blando que corresponde al cerebro.
Doceavo: las ondas
llegan hasta los globos oculares y mas.
Como vemos, las ondas
de choque, que se inician en el talón, tienen una repercusión generalizada y
solo hablamos del primer paso al caminar, ahora multipliquémoslo por cinco a 10
mil pasos por día en promedio de cada ser humano. Aumentándole los actos de
correr, brincar o alguna otra actividad relacionada con la marcha.
No por nada, los
Ortodoncistas mandan a sus pacientes al Ortopedista, la marcha anormal influye
con las ondas de choque en la alineación de los dientes.
¿Quieres
corroborar el peso de tus pasos?
Con una prueba
simple, una báscula de baño, puedes determinar el peso de tus pasos al
caminar. Lo relacionas con la altura al
levantar los pies al hacerlo. Prueba con un brinco sobre uno de tus pies, veras
resultado extraordinarios. El
peso de cuerpo se puede multiplicar hasta dos veces el normal, mientras mas
levantes los pies al caminar.
De todo lo anterior se
deriva que debemos poner especial atención a nuestro calzado, sobre todo a
nuestros tacones. Principalmente a la medición del área externa de estos, que
como repito, es el primer punto de impacto al caminar.
Lo normal, es que la
superficie de desgaste de nuestros tacones es de un milímetro por semana, esto,
en el goniómetro, equivaldría a un grado, independientemente del material de
que estén hechos nuestros tacones. El material más suave se desgasta rápidamente. El Neolite es el material que
mas resiste al desgaste y es al que me refiero en esta prueba. En un promedio
de cinco a 10 mil pasos, en cuatro semanas, el desgaste externo de los tacones
llega a los cuatro milímetros o cuatro grados de lateralización de la línea
media del talón, cuando el desgaste llega y supera los cinco milímetros o más,
nuestros pies inician con problemas de dolor y cansancio que se traduce
ascendentemente- ¿cada cuando cambias tus tacones?...lo ideal sería cada cinco
milímetros y no expresarlo en tiempo. Hay calzado que casi no se utiliza y
aquí, el tiempo sale sobrando.
Esto es válido para los
niños y en general para todos. Cuando yo corrijo este defecto, con simplemente
cambiar los tacones del calzado cada cinco o seis semanas, el dolor de los pies
y cansancio de las piernas desaparecen, claro, hay que adicionar un buen
calzado y unas plantillas. A propósito de calzado, yo recomiendo una forma en
especial, este debe de ser con características especiales para los niños(as).
La proporción del tacón
debe de se de dos centímetros de altura por un centímetro de suela.
Prefiero la horma
recta, más si hay defectos de la marcha.
El zapato deportivo
debe de ser de bota y cabete, sin alturas, es decir sin tacones, acompañado de
sus plantillas para impactos con efectos pronadores o supinadores según el
caso. No olvidar la corrección del arco plantar.