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jueves, 20 de febrero de 2014

La Marcha y la Ortodoncia...sus efectos



El acto de caminar, implica una serie de mecanismos del sistema musculo esquelético, predominando los sitios de impacto. Como un efecto en cascada, los impactos son proporcionales al peso, la talla, la edad del paciente y la forma de alineación de su marcha, forma de las piernas, tipo de talones, forma de los arcos y la altura con que levantamos los pies al caminar, etc.
Desde el punto de vista genético, nuestros pies están diseñados para andar sin calzado y en superficies blandas como la arena, la tierra, etc., nuestros problemas comienzan cuando nos ponemos calzado y caminamos en superficies duras. Es aquí donde inician nuestros sitios de impacto. Lo señalaré en forma que éstos se presentan:
Primero: el primer sitio de impacto, lo es en el área externa de los talones.
Segundo: el impacto se transmite a la articulación de los tobillos.
Tercero: de los tobillos a la región tibio peronéa.
Cuarto: se sigue a las articulaciones de las rodillas.
Quinto: se continúa a la región femoral.
Sexto: se continua a las articulaciones coxo femorales.
Séptimo: a la región pélvica.
Octavo: se concentra el impacto en la articulación de la lumbar 5ª con la primera del sacro.
Noveno: las ondas de choque, se transmiten a lo largo de los cuerpos vertebrales hasta el atlas o la primera vertebra cervical.
Décimo: continúan hacia la bóveda craneal y el macizo facial, incluyendo los dientes.
Onceavo: se transmite las ondas de choque al tejido blando que corresponde al cerebro.
Doceavo: las ondas llegan hasta los globos oculares y mas.
Como vemos, las ondas de choque, que se inician en el talón, tienen una repercusión generalizada y solo hablamos del primer paso al caminar, ahora multipliquémoslo por cinco a 10 mil pasos por día en promedio de cada ser humano. Aumentándole los actos de correr, brincar o alguna otra actividad relacionada con la marcha.

No por nada, los Ortodoncistas mandan a sus pacientes al Ortopedista, la marcha anormal influye con las ondas de choque en la alineación de los dientes. 

¿Quieres corroborar el peso de tus pasos?

Con una prueba simple, una báscula de baño, puedes determinar el peso de tus pasos al caminar.  Lo relacionas con la altura al levantar los pies al hacerlo. Prueba con un brinco sobre uno de tus pies, veras resultado extraordinarios. El peso de cuerpo se puede multiplicar hasta dos veces el normal, mientras mas levantes los pies al caminar.
De todo lo anterior se deriva que debemos poner especial atención a nuestro calzado, sobre todo a nuestros tacones. Principalmente a la medición del área externa de estos, que como repito, es el primer punto de impacto al caminar.
Lo normal, es que la superficie de desgaste de nuestros tacones es de un milímetro por semana, esto, en el goniómetro, equivaldría a un grado, independientemente del material de que estén hechos nuestros tacones. El material más suave se desgasta  rápidamente. El Neolite es el material que mas resiste al desgaste y es al que me refiero en esta prueba. En un promedio de cinco a 10 mil pasos, en cuatro semanas, el desgaste externo de los tacones llega a los cuatro milímetros o cuatro grados de lateralización de la línea media del talón, cuando el desgaste llega y supera los cinco milímetros o más, nuestros pies inician con problemas de dolor y cansancio que se traduce ascendentemente- ¿cada cuando cambias tus tacones?...lo ideal sería cada cinco milímetros y no expresarlo en tiempo. Hay calzado que casi no se utiliza y aquí, el tiempo sale sobrando.
Esto es válido para los niños y en general para todos. Cuando yo corrijo este defecto, con simplemente cambiar los tacones del calzado cada cinco o seis semanas, el dolor de los pies y cansancio de las piernas desaparecen, claro, hay que adicionar un buen calzado y unas plantillas. A propósito de calzado, yo recomiendo una forma en especial, este debe de ser con características especiales para los niños(as).
La proporción del tacón debe de se de dos centímetros de altura por un centímetro de suela.
Prefiero la horma recta, más si hay defectos de la marcha.
El zapato deportivo debe de ser de bota y cabete, sin alturas, es decir sin tacones, acompañado de sus plantillas para impactos con efectos pronadores o supinadores según el caso. No olvidar la corrección del arco plantar.

Dr. JOSÉ CARLOS DÁVILA LEZAMA

Biografía: http://drpiecitos.wix.com/sincirugias