FENOTIPO PÍCNICO
Virtualmente en el individuo
pícnico el surco medio posterior de la espalda no existe y en ocasiones solo se
aprecia un segmento del mismo y muy cerca de la región de los glúteos donde se
pierde definitivamente.
En lo referente a la espalda,
le he denominado también como espalda infantil ya que siempre se conserva así,
con características convexas, masa muscular extremadamente relajada, los
miembros inferiores y su peso acentúan más esta convexidad al desplazar el
tronco hacia adelante.
Cuando se presenta la
escoliosis, se debe a otras causas ajenas al surco de la espalda y se
relacionan con los miembros inferiores.
La importancia de formar el
surco en los individuos pícnicos es más por mantener el sobrepeso en control y
disminuir la obesidad que mucho nos preocupa a nivel nacional e internacional.
La sintomatología dorsal es
muy similar y sobresale la astenia, cansancio y dolor dorsal. Las lesiones
musculares son poco frecuentes por la baja actividad física. Los movimientos
respiratorios de amplexión y amplexación se encuentran alterados lo que se
traduce en una disnea de pequeños esfuerzos, taquicardia secundaria y problemas
circulatorios periféricos.
La neo formación del surco
dorsal en los individuos obesos es fácil de llevar a cabo revirtiendo la
sintomatología expuesta ya que al asemejar una espalda infantil, los músculos
son más fáciles de alinear.
EL ALUMNO PÍCNICO.
En cuanto a los diámetros que
nos hemos referido, el diámetro torácico es mucho menor que el abdominal y se
detecta desde los primeros años de la vida. Quizá es el fenotipo que más nos
debe de preocupar en cuanto a su detección oportuna. La carga genética es
definitiva. Los padres obesos engendran a bebés obesos en el 80% de los casos.
Un matrimonio con componentes diferentes disminuye la penetrancia en cuanto a
la herencia. Se reduce al 50%. Es preocupante cuando la pareja es atlética o
leptosómica y tienen un hijo o hija pícnica, es el primer signo de alarma y
vigilancia durante el desarrollo del niño(a).
El trabajo de detección
oportuna se debe de iniciar desde muy temprana edad con el historial familiar.
¿POR QUÉ DEBEMOS DETECTAR un ALUMNO(A) PICNICO en PRE-ESCOLAR?
No olvidemos que la genética
interactúa con el medio ambiente y la nutrición. Si ponemos en evidencia lo que
aquí les expongo, podemos influir mucho en el futuro ortopédico de los alumnos
en estado pícnico. No debemos tener temor a expresar nuestras percepciones,
incluso, mostrando éste apartado a los padres y si fuera necesario a los
médicos familiares para tener una base de referencia.
El fenotipo pícnico representa
el 30% de cada cien alumnos pero se eleva a medida que avanzan los grados
escolares hasta llegar a la etapa adulta. No por nada tenemos en México el
primer lugar de obesidad infantil. La obesidad en edad adulta es importante y
la mayoría de ellos han pasado por la escuela pero sin un señalamiento clínico
como el que les propongo aquí, sin temor a lesionar sentimientos o provocar
malas interpretaciones, debemos de educar a los padres y porqué nó, a muchos
médicos también que pasan por alto estos detalles de clasificación. ¿Ustedes no
les dirían a sus alumnos, si se dieran cuenta de que caerían en una
alcantarilla en forma inminente? La respuesta en SÍ, para que le den la vuelta
o pasen a un lado de ella y evitar
lastimarse. Lo mismo sucede con el fenotipo pícnico, es un hoyo que no tiene
fondo, no sabemos que tanto caerán en y cuánto daño se harán. La ventaja de los
profesores, que al igual que los padres de familia, tiene a los alumnos en
etapas importantes de su crecimiento y por varios años. Un expediente escolar
que registre lo que detectamos no solo para leerlo sino, para aplicarlo en su
detección.
COMENTARIO FINAL.
La presente guía ortopédica
para profesores pretende volverse una herramienta en el sector educativo porque,
después de la familia, ustedes, los profesores son las personas que más están
en contacto con los alumnos en cualquier edad. Me aprovecho de la gran
capacidad que tienen los profesionales de la educación para ser una verdadera
“aspiradora de conocimientos” en general, para aplicarlos en sus alumnos y en
la vida diaria. No he encontrado un profesor que no sea un verdadero sabio. Mis
conocimientos actuales se los debo a los magníficos profesores que me educaron
en toda mi vida. Tener el privilegio de enseñar es ya meritorio, lo es más
cuando se contribuye con el desarrollo físico y mental.
No subestimo la capacidad de
mis compañeros médicos, pero al igual que a mí, nos prepararon para la sala de
urgencias y muy poco para la prevención. Podemos presionar amablemente para que
volteen a ver a nuestros alumnos un poco más o capacitar a nuestros médicos
escolares para estos fines. Hacer una cadena humana dónde el verdadero
beneficiado es el alumno, el hijo de familia que espera mucho de nosotros sin
decirnos nada.