PLANTILLAS ORTOPÉDICAS.
Al igual que muchos
profesionistas de la salud que utilizan diversos aparatos para rehabilitar, los
que nos dedicamos a la Ortopedia en Medicina General no podemos prescindir de
las plantillas al igual que los zapatos ortopédicos. Son una pieza importante
compuesta de varios detalles que se les denomina “arreglos” en el lenguaje
técnico de los ortesistas. Para nosotros los Médicos les denominamos elementos
y éstos, pueden ser supinadores, pronadores, compensadores o correctores. También
existe la modalidad de plantillas que absorben los impactos al caminar o los
que desplazan las superficies de apoyo para descomprimir las áreas de dolor de
los pies. Hay otras que sirven para extender
los ortejos o dedos de los pies. Hay quién pretende hacer que los pies sigan
una dirección correcta al ponerlas –en lo particular éstas últimas no son bien
recomendadas- pero existen y se fabrican. En una población aproximada de 500
mil habitantes, se llegan a elaborar un promedio de cien pares de plantillas
(estadística de mi propia ciudad) en un lapso de siete días y esto es en
promedio para todas las ciudades que he visitado a lo largo de mi actividad profesional y en
total 400 pares al mes. Si los comparamos con otros dispositivos médicos como
los lentes o prótesis dentales, ocuparían una importante derrama económica
extra en los servicios de salud pública y en la medicina privada.
Curiosamente, las
personas que más “recetan” plantillas no son los Médicos sino, ¡los empleados de zapatería! En segundo
lugar le siguen los Traumatólogos y Ortopedistas. El tercer lugar lo ocupan
Médicos de otras especialidades, le siguen los Podólogos en cuarto lugar,
en quinto están los Fisioterapeutas. Le
siguen en sexto, los Ortesistas-Protesistas, continúa la lista con los
zapateros y técnicos empíricos y en séptimo lugar se encontrarían diversas
personas que trabajan en las farmacias o tiendas de ortopedia. Recordemos que
los pies NO son Marca Registrada y
las plantillas no son reguladas por el Sector Salud, por lo tanto ¡cualquier
persona que no sea del sector salud puede recomendar plantillas! A estas
afirmaciones debemos los malos comentarios y la mala reputación de los
elementos ortopédicos como las plantillas y zapatos ortopédicos. Para nuestra
tranquilidad, las plantillas “mal recomendadas” no duran más de ocho días en
los zapatos de las personas, cuando mucho, 30 días, las molestias que originan
al caminar hacen que los pacientes las eliminen de sus zapatos. Lo que es
contrario a las que verdaderamente son bien aplicadas.
Aquí es donde lastimaré
algunas susceptibilidades pero, las únicas personas que estamos preparados para recetar plantillas ortopédicas somos los Médicos y dentro de
los médicos, existen muchos que no tienen esta preparación para hacerlo, lo
derivan responsablemente al Médico ortopedista o Traumatólogo. Muchos Médicos
con la finalidad de ahorrar la consulta del especialista, los mandan con los
Técnicos y son ellos los que “recetan” al paciente (¿?). Me incluyo como parte
de haber cometido éste error en mis principios de actividad profesional: “favor de elaborar plantillas para pie
plano” versaba en mi receta elegantemente firmada pero…sin ninguna
especificación detallada de los elementos que debiera llevar esas plantillas.
Claro, el técnico no podía comentar nada al paciente para no perder la
oportunidad de cobrarlas ni poner entredicho la “inexperiencia” de quién
extendía la receta ya que, no le volvería a enviar a mis pacientes. Muchas
recetas siguen llegando con esa leyenda a las tiendas de ortopedia o a los
talleres de los técnicos SIN ESPECIFICACIONES MÉDICAS de los elementos que
debieran llevar las plantillas. Entonces, los técnicos Ortesistas-Protesistas NO SON MÉDICOS a pesar de su
experiencia para elaborar plantillas, mucho menos los técnicos empíricos y
zapateros. Saben mucho de elaboración y de materiales. A muchos técnicos les
llaman “Doctores” (¡!) y lo que es peor, no les dicen a las personas que NO SON
DOCTORES.
De igual forma, en las
zapaterías basta ponerse una bata o filipina para “recetar” plantillas
pre-fabricadas o de plástico, también les llaman “Doctoras(es)”, los empleados
de las tiendas ortopédicas también “recetan” plantillas ortopédicas en un
verdadero acto de IRRESPONSABILIDAD, engañan a la gente con la finalidad de
vender.
Otra modalidad es dejarle el trabajo a la computadora. No sé que efecto tenga esto como resultado, sin embargo hago un seguimiento al respecto. Ya les tendré noticias.
No sé hasta qué punto,
los Fisioterapeutas, Podólogos entre otros profesionistas estén capacitados
para recetar plantillas ortopédicas pero confío en base su responsabilidad
profesional. Principalmente los Fisioterapeutas, son muy celosos de su
actividad profesional y cuando nosotros los médicos “invadimos sus terrenos”
nos dan con todo en su crítica al respecto y con justa razón: ellos NO SON
MÉDICOS ni los Médicos somos FISIOTERAPEUTAS. Pero sí, he visto muchas recetas
de plantillas ortopédicas bien y mal indicadas por ellos.
Las plantillas
ortopédicas son una verdadera fórmula magistral. Anticipadas en su prescripción
por el Diagnóstico Médico que incluye una historia clínica breve pero
sustancial. Basadas en el conjunto de efectos secundarios del caminar en un
plantigráma dinámico computarizado o no. Desde los materiales en que son
elaboradas hasta los elementos milimétricos que han de servir para definir la
terapéutica de los pies, vigilancia y control médico, es el objetivo para
llegar a la meta: la corrección del problema ortopédico que nos ocupe.
Los materiales, como
los milímetros y los grados deben hacer una combinación básica arropada por un
magnífico acabado profesional. Las plantillas ortopédicas son muy especiales
contra lo que mucha gente piensa de ellas. Detrás de un par de plantillas
responsablemente indicadas hay muchos años de estudio en las Universidades de medicina
y hospitales de alta especialidad. Valen mucho más de lo que pagamos por ellas,
sin duda, a veces más que un par de calzado de lujo. Por eso, no debemos que
“alguien” por ahí o por allí se atreva a “recetarnos” plantillas ortopédicas
sin antes haber cursado siquiera, la licenciatura en Medicina.
Con mucho gusto estaré para darles una mano a los pies de sus pacientes, familiares o de Ustedes mismos si alguna vez necesitan recomendación al respecto en la ciudad donde radican.