Generalmente las variantes de pie cavo como causa de escoliosis son poco frecuentes. Solo en los casos de asimetrías marcadas cuando éstos son causa de alteraciones ascendentes en varo tibial que se traduce en basculaciones hacia el miembro mayormente afectado.
Difícilmente, los pies cavos
provocan lateralizaciones de la columna vertebral y solo en casos muy adversos.
He tratado a un
sinnúmero de pacientes de pies cavos con escoliosis. Siendo reiterativo el
provocado por los arcos asimétricos.
Es un error pasar por
alto el diagnóstico de pie cavo y más lo es aún, el no tratarlo.
El hecho de que sea
silencioso o asintomático en sus inicios lo hace más preocupante en cuanto a
las complicaciones futuras.
Muchos se sorprenden
cuando yo comento que es más difícil tratar unos pies cavos que unos pies
planos. La diferencia estriba en la calidad de las articulaciones. Mientras que
en los pies con arcos planos los ligamentos y tejidos adyacentes son laxos y
para mí, fácilmente moldeables con técnicas especiales. Los pies con arcos cavos son más compactos en
sus estructuras anatómicas, los ligamentos más fuertes al igual que la masa
muscular que los compone y como consecuencia, el manejo es difícil.
Este tipo de arcos son
extraordinarios para correr y brincar, por lo que la mayoría de los deportistas
sobresalientes tiene este tipo de arco. Son muy estéticos, en las mujeres luce
mucho con zapatillas o tacones altos. Igual son seguidos de complicaciones
como; genu varo progresivo, talones en varo, luxaciones externas de tobillos,
ortejos en “martillo”, Hallux Valgus frecuentes, espolón calcáneo y
consecuencias en la columna vertebral, en los niños, deforma el calzado
considerablemente. Debe de ser cuidado y vigilado durante el transcurso de la
vida, a fin de evitar las complicaciones arriba señaladas.